
El análisis de suelos agrícolas es una herramienta efectiva para su conservación
Los suelos se originan de manera natural, sin embargo es un proceso largo que dura de cientos a miles de años, se trata de un recurso no renovable. Basta mencionar que para la formación de un centímetro de suelo denominado molisol, tendrán que pasar 400 años, y para el llamado oxisol alrededor de 75 mil años.
Se necesita la combinación de cinco factores denominados formadores de suelo; roca, clima, organismos, relieve y tiempo. Estos factores producen a su vez procesos que le dan forma al suelo, los mismos que se agrupan en cuatro tipos; de adición, pérdida, translocación y transformación.
El aporte de hojarasca y sedimentos son dos claros ejemplos de un proceso aditivo, así como el lavado y la volatilización (transformación de un compuesto orgánico a gas) lo son de pérdida. La translocación consiste en el movimiento ascendente o descendente de materiales a lo largo del perfil. La transformación involucra el desarrollo de reacciones (oxidación, reducción, hidratación, etc.) que son de especial importancia en la dinámica y disponibilidad de los nutrimentos. La formación de coloides orgánicos (humificación) es un ejemplo.
Gracias a la intensidad de cada uno de los factores ya mencionados obtenemos una rica variedad de tipos de suelos y colores por ello la importancia de los análisis de suelos agrícolas para conocer el tipo de suelo con el que contamos (propiedades físicas y químicas) para la actividad agraria, las cuales nos ayudarán a determinar el tipo de enmienda que nuestro suelo necesita para lograr una mayor adaptación de nuestros cultivos, para sacar el máximo provecho de estos.
Los tipos de enmiendas más comunes son la incorporación de materia orgánica, de yeso agrícola, cal agrícola, azufre elemental, fertilizantes de fondo (no recomendado si se tiene cintilla) y en caso extremo agregación de suelos.
Hay varias técnicas de muestreo, una de las más novedosas y completas es la del mapeo GIS, esta herramienta consiste en sacar varias muestras estratégicas georreferenciadas para conocer aún mejor cada parte de nuestro terreno, y enfocar así, nuestra atención a esas zonas que de verdad lo requieran, determinando el tipo de enmienda y cantidad de esta. Homologando más las condiciones y tipo de suelo para obtener una mayor y mejor producción de nuestro cultivo al hacer más eficiente el tipo de riego y una nutrición más adecuada, ya que lograremos así elegir mejor los tipos de fertilizantes que nuestro suelo necesita.
En nuestro laboratorio de suelos, Soil Factory Lab, unimos nuestra gran experiencia y capacitación en análisis de suelos agrícolas, con los equipos de laboratorio más avanzados para la total automatización del proceso analíticos. Podemos mantener un altísimo ritmo productivo y garantizar la calidad y precisión de los datos obtenidos.
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